
Yo creo que todos alguna vez hemos tenido sueños extraños, curiosos, graciosos... incluso agobiantes o escalofriantes. Soñar que muere un ser querido, que volamos, o que vamos a clase desnud@s es bastante normal. Cuando nos vamos a cama y nuestros ojos se cierran entramos en un universo daliniano en el que todo se transforma y nada es lo que parece. Confundimos la realidad con la ficción del inconsciente y creamos una puerta de la que solo nosotros mismos tenemos la llave. Cuando se abre, puede pasar de todo. La imaginación vuela. Todo se mezcla, se funde y da lugar a un universo paralelo entre las sábanas y las arrugas de la almohada.
Al parecer los sueños son el resultado de un proceso de depuración de nuestro cerebro. Por el día, acumula información que destruye por la noche. Reset. Es en ese momento cuando surge un caos terrible, ocasionando que hasta el más insignificante detalle que hemos vivido desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, se transforme en otra cosa completamente diferente.
Y es que quizás, todos tengamos algo de Dalí. Aunque sea en nuestro inconsciente. Saquémoslo, pues, a la luz y vivamos en el surrealismo.
3 comentarios:
Muy adecuada la actualización...
ahora a ver si te atreves a ver inconscientes
jajajajaj
:P
e dalleeeeeeeeeeeeeee co surrealismo!
que qieres...... otra noche surreal? pos salimos mañana no te procupes!ja bikos
Por iso cando me meto na cama estou tan contenta(e non porque vaia follar) senón porque vou soñar...
Un bico.
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