KISS ME BABY

Lo más cerca de una persona. Lo más cerca de eso que deseas. El beso. Es "el momento". Las cabezas se acercan y se inclinan hacia lados opuestos, los dedos se entrelazan... los labios se tocan. Un poco; se rozan. Luego, un poco más. Se separan. Las narices se acarician. La lengua, en el interior de la cavidad bucal, se retuerce, se agita, quiere compartir su humedad. Y comienza la aproximación otra vez. Cada vez más cerca. Tocarse.

Los mejores son aquellos que te cogen por sorpresa. Aquellos que te pillan y no te sueltan. Y sin duda esos en los que la lengua no participa, esos que te dejan con las ganas. Que te tientan. La lengua acaricia al labio y vuelve a su sitio. Los besos mojados. Los roces que provocan. Provocan tensión. La aceleración de la respiración. Ganas. De todo. Y cuando la tensión va en aumento, es cuando la lengua entra en juego. Y ahí ya no hay nada que hacer. Estás perdida. El resto... depende de ti.