Meravigliosa Creatura...

No se... Hay días en los que se está más contenta y otros en los que se está más tristona... Hoy es uno de esos días grises. Ni negros, ni blancos. Por unas cosas te sientes bien, alegre, incluso pletórica, pero por otras... te entra la morriña, los recuerdos... Y sobre todo, el vértigo. Vértigo cuando miramos hacia atrás y vemos lo que ha cambiado nuestra vida. Ya no es que nos hayan crecido las tetas, o nos hayan salido las primeras canas, esas que nos intentamos arrancar y por las que hay una leyenda urbana que dice que nos salen tres o cuatro más... Me refiero a las transformaciones profundas, de mentalidad... en cuanto a las relaciones, a la amistad, a la familia. Por ejemplo, como decía la rastosa, ahora somos nosotros los que escuchamos los problemas de nuestros padres. Ahora, los amigos que van quedando, esos que se fueron pero volvieron, esos que han aparecido, resultado de mensamanía, de las primeras experiencias laborales, entre otras cosas, y que no se irán, otros que son resultado de cuatro años de prácticas, borracheras, resacas, conversaciones surreales y otros que no se han ido en ningún momento... Esos. Esos son lo que tienen la capacidad, igual que tú, de observar todas las variaciones en la vida. Y tú, con ellos eres capaz de analizar lo que ha cambiado en ellos. Todas esas personas que pasan contigo esa sensación de vértigo, con sus defectos, lejos o cerca, con sus manías, sus rarezas, sus caprichos, pueden tener y comprender esos días grises, que no por ser grises son peores... Simplemente se convierten en meravigliosas creaturas que son capaces de entenderte. Así que, después de mucho sin escribir aquí, hoy va por las meravigliosas creaturas que me entienden día tras día y escuchan mis tonterías. Para qué poner nombres. Ellos ya saben quienes son.