jueves, 8 de mayo de 2008

Otra dimensión

Ya me referí en anteriores actualizaciones a la Quinta Dimensión. E incluso a la Sexta. Hoy le toca al Mundo Paralelo. ¿Y qué es el Mundo Paralelo? Pues es un lugar en donde viven ciertas personas, descolgadas de la sociedad, quizás con unos excesivos niveles de presencia de drogas en su cuerpo, sin unos buenos zapatos, sin una buena casa... Pero contentos. Por lo menos aparentemente.
Ese mundo existe y se encuentra en cada ciudad del mundo. En una calle, un parque o una plaza. Allí conviven aspectos positivos y aspectos negativos.
En Santiago ese mundo paralelo se encuentra, precisamente, en una plaza. Creo que a estas alturas ya sabeis de la que hablo. En ella se juntas seis tipos de personas y/o agrupaciones que yo he analizado con el culo sentado.
Están las familias con los niños uniformados que van a jugar a la pelota a la salida del colegio; están las odiosas parejas que pasan ante tus ojos por toda la plaza cogidos de la mano y dándose arrumacos. Y como no, los turistas que invaden la capital con sus sandalias con calcetines blancos y sus chalecos de plástico para la lluvia. Luego estamos los universitarios que van en grupos reducidos a contemplar el resto con nuestras gominolas, resacas y cotilleos.
Pero a mi, personalmente, son dos los que más me gustan. Uno son los chicos/as solitarios que se sientan en las escaleras para leer algún libro o escuchar las campanas de la catedral. Y otro, por supuesto, son los que reflejan ese "Mundo Paralelo" al que antes me refería. Es decir: los "hippies". Van con sus perros, su guitarra o flauta, sus pies descalzos, sus rastas, su litrona, su buen rollo... Se sientan. Te piden un pitillo. Te dan leria. Y allí están, en la Quintana. En su mundo paralelo.
Y yo mirando para ellos con una mezcla de pena y envidia. Reflexionando. Porque si una característica tiene este mundo es que elimina la facultad de hablar. Solo te permite mirar y luego pensar.
Hace que veas cosas como las siguentes: Un perro suelto. Con su dueña al lado. Pasa un señor con su perro y el perro primero (un labrador) se acerca rápidamente al del señor. Este se asusta y empieza a insultar (o eso era lo que decía la chica) a la dueña del labrador. Ella le grita: "¿Que ha dicho?Repítalo. ¡Atrévase!"... El señor le responde, cabreado. Y los hippies, los "yonquis", a los que tememos, son los que ponen paz: Venga, hombre... señor... déjela... No ve que está nerviosa... Tranquilizaos.... Al final, todo queda en unos cuantos gritos y palabras malsonantes.
Y esto te hace pensar. Pensar en las falsas creencias del ser humano y de lo locos que están los que se consideran normales. Y de lo normales que son los que tachamos como locos.

Os invito a entrar en el Mundo Paralelo y comprobarlo por vosotros mismos.

6 comentarios:

Rosa dijo...

Lo echo de menos

PaKo dijo...

en verdad,no hay nada normal, ni nada anormal.Todo esta en tu mente.No puedes afirmar ni desmentir nada.Los hippies son buenos o malos.Los niños jugando a la pelota son buenos o malos... o regulares.
Si la vida tiene algo, es la pluralidad de opiniones.
Otra cosa es la plaza en si.
Quizás eso te reporte algo más y no lo demás que intentas ensalzar.
Cada uno en su rollo...

Pako

Anónimo dijo...

¿Esa es la plaza que a las 7-8 de la mañana te da una paz inigualable?

No se por que pero hoy se me dio por pasar por aqui

un saludo!

:)

Anónimo dijo...

Camiñante, se eu son ti,
por que me xulgas?

por que me odias?

por que me mancas cos teus ollos?

por que me humillas ao pasar mirando con lástima xusticieira?

Pérdeste na incerteza da verdade absoluta. Buscas o camiño recto e nin sequera te paras a recoller flores para a túa avoa.

e cando te paras,... cando te paras non é para sorrir.
Pousas as bolsas da compra enriba da mesa e miras pola ventá, preguntándote qué podes facer ti para ser a metade de libre do que eu o son.

E sentes envexa. E despois vergoña por envexar a un "senteito".

E logo riste, pensando que es un idiota "b-e-n-v-e-s-t-i-d-o" que anhela ser un morto de fame.

Pero dentro de ti, choras,
e choras,
e choras coma un home social, o que non soubeche defender coma un neno:

a túa inocencia.

Por que te xulgas?


"Dun hippie a un triste"
13/05/2008
Para a ovelliña loira. Porque sempre me fas pensar e consegues sacar o mellor de min mesmo.

Chicapotingues dijo...

Ohhhhhhhhh Jo, Eloy. Qué bonito dios!!!! Muchas gracias por el texto y lo del final... Mierda para Coas Nosas Mans!!! O mejor dicho, mierda que lo hicieramos en cuarto y no en primero. Pero.... la aventura continúa y esas charlas entre vino malo, cafés y sandwichs en Luis, cañitas con churrasco... también.

Anónimo dijo...

abril del 90


jijijiji

te amo puta