Entre nubes rosas

Así estoy. Nubes rosas. Aunque a Apu no le guste mi trabajo y haya cogido a una probable iraní (porque, por supuesto, todo su staff es iraní. Igual que su pollo, que lo hacen en el Tesco especial para él). Yo sigo en mi mundo.
Sí sí. No me daré por vencida y seguiré entregando cv`s aquí y allá. Hasta que me vaya. En el ayuntamiento, me querían como "relief worker" y el puesto me lo jugaría en una entrevista que tendría lugar el 20 de este mes. Pero se me acaba el tiempo aquí. Muy tarde ya para estas cosas.

Así que me tendré que conformar con seguir manejando la "till" contra el cáncer. Y yendo y viniendo por las frías calles de Cardiff en las que todo es diferente sin serlo. Pensamientos relacionados con el principio de congelación que sufre mi cerebro estos días (habrá que comprarse un gorrito que me de el punto chic que necesito para ser un poco menos inadaptada).

La inadaptación. Es un tema de conversación entre nubes rosas y chocolate. Muy recurrido estos días. Pero poco a poco, aunque sin trabajo, iremos logrando la adaptación. Ya lo estamos haciendo.

Ahora, nos tomamos el café de las siete, a las cinco. Ahora comemos a la una. Ahora somos capaces de mirar directamente al lado de la carretera del que sabemos que vendrán los coches. Los regular customers me saludan por la calle. Por mi barrio, que sigue oliendo a curry, especias y gas. Un olor cada vez más conocido.
Tenemos descuento en las "bills" del ayuntamiento, aunque solo la mitad. Y pronto, pronto, tendremos nuestra sudadera de la Cardiff University.




Aviso: Las nubes rosas me dicen: no vestir como pilinguis. No comer como cerdos. No beber como animales. Ir documentadas con un auténtico ID que tendría que ser válido para todos los quehaceres.





Y este viernes las nubes rosas del chocolate pasarán a ser del color rojo pasión de la bandera galesa en un partido de rugby. ¿en eso consiste la adaptación no?
Hacer lo que hacen los demás.


Cardiff. Peace of cake ¿o no?