lunes, 15 de junio de 2009

Reconociendo errores

Hace ya muchos años dije una cosa. Ahora pido perdón por ello. No, no te pareces a Whoopi Goldberg. Además de no ser negra, tienes el pelo de otro color y una cara y estilo completamente diferentes a ella. Sin embargo, Whoopi me gusta. Y tú también.
Se me vienen a la mente cosas por las cuales pasa esto. Me asombra tu conocimiento sobre los libros y el cine. Y no me importaría seguir tu ejemplo y acabar trabajando rodeada de llos. Me gusta la ciudad donde vives, la que me recuerda a unos días cercanos a la felicidad que allí compartí contigo, entre pescadito frito y explicaciones de quién era la Santa más famosa. Agradezco aquellos consejos sobre lo importante que era el aprender inglés. Esos que en parte hicieron que yo me decidiera a realizar la aventura galesa. Y me pirran tus collares, anillos y fulares que cada vacaciones nos sorprende.

Cuando pensaba que te parecías a Whoppi, también pensaba que estabas loca. Tú, Manolo y mi madre siempre erais (o por lo menos ese es el recuerdo que me quedó a mi) los que más "moléculas" tomabais. Al final, acababais cantando, discutiendo o riendo. Yo, pequeña inocente, no entendía vuestro comportamiento. Y menos cuando me despertabais a las cuatro de la mañana.
Ahora, reconozco mis errores. Ahora que yo también tomo "moléculas". Ahora que yo también discuto y me preocupo, a mi manera, por las cosas que os preocupaban a vosotros. Ahora que voy a La Terraza a escuchar jazz y tomar "patacas frítidas". O que hago cenas en casa para mis amigos.
Ahora entiendo todo lo que significaron para mi esas noches, escuchando conversaciones para adultos. Entre Whoopis blancas que no son Whoopis, entre tirantes para los pantalones, barbudos y madres preocupadas por sus hijos.
Y creo que sin todas esas perrenchas por despertarme de madrugada de un sofá rosa y granate, yo no sería la misma.
Así que hoy te escribo para darte las gracias por ser parte de ellas.

Felicidades Patri.

1 comentario:

maripax dijo...

Ya me acuerdo de como se hacía esto. Gracias wapiña. (Parezco mi tía Concha, y dale con los parecidos)
Es que esta vorágine de la web 2.0, en la que te veo tan integrada, a veces me crea ciertos problemas existenciales.
1 Besazo