sábado, 25 de julio de 2009

ÑOÑA

Hay veces que pienso que la vida es... cómo diría yo: una mierda. La gente sufre a nuestro alrededor y muchas veces eres tú el que te vas a cama con ganas de no despertar. Cansado del día a día. De ver que las cosas no están yendo lo bien que podrían ir. Que hay enfermedades, pérdidas, lloros, gritos, problemas, injusticias...
En esos días te gustaría coger a todos los que te importan y meterlos en una casita. Una casita mágica con paredes de colores. Colores anti todo lo que dije antes. Y que allí, encerrados, sin poder salir, vivieran una vida perfecta.

No. No lo sería. Mal que nos pese no hay colores anti todo lo malo. Porque la vida está plagada de colores y colores. Bonitos y feos. Malos y buenos. Y no hay ni uno solo que absorba a los restantes, como ocurre con la teoría del color.

Aun así, existen trampas. Trucos que hacen confundir al ojo humano y a nuestra mente.

Y esas trampas son como esa casa mágica. Son momentos.

Yo, juntando todos esos momentos, no hago una casa. Hago una ciudad entera.
Y ahí es donde voy. A esa ciudad. Cuando doy paseos por Carnoedo. Cuando bajo a ver el mar y comer pipas. Cuando escribo en Chicapotingues. Cuando veo a Najwa Nimri, o Yann Tiersen, el Ballet de Houston o Con faldas y a lo loco.
A veces esa ciudad se transforma en países. Noruega, Croacia, Gales, Francia o Italia. Y muchas otras en habitaciones de casas que no son mías. Sevilla, Cádiz, Escocia, Santiago, Coruña.
Y los colores de la casa mágica varían. Y se hacen sonidos. Música en mi habitación o en mp3. Y allí todo es perfecto.

En esa ciudad.

En otras ocasiones, adquiere la forma de historia. De una simple historia. De un delfín errante. De dos amigos que se reencuentran (uno de ellos, mi padre) después de haberse conocido gracias a la sed. Y de cómo una pieza de tres actos como Turandot nace gracias a Puccini.

Os invito a entrar en vuestra ciudad mágica. Tiene la puerta abierta.


2 comentarios:

Alguien lejano dijo...

I love you

con(dis)creción dijo...

Ese lugar se llama Babia...

Bikiños mil

; **