Dimensión paralela

Blogger tiene una opción que te permite buscar las entradas que has escrito por palabras que aparecen en el cuerpo de la actualización. Está muy bien si quieres leer algo que ya has escrito y te acuerdas de lo que iba.

Pero sobre todo es muy interesante buscar palabras claves y ver cuántas veces la has escrito. En mi caso, hay varias que tienen más de 20 entradas. Os lo imaginareis fácilmente: Santiago, sexo, hombres, música, alcohol, máster, Cardiff... son algunas de las que más repito.

Y es curioso porque lo que es Coruña o Sada, casi nunca sale. Y creo que, en parte, también se lo merecen. Porque a pesar de todas las cosas malas que tienen los dos lugares (el querer y no poder, el pailanismo, el "tengo coche y soy importante", el "esto es lo mejor y el resto es una puta mierda"...) también tienen muchas cosas agradables. Así que creo que ya es hora que, después de tantas entradas defendiendo las noches santiaguesas, le toque turno a las noches coruñesas ya que últimamente son más frecuentes.

Maricastaña, Lautrec, Polvorín, El Catorce, Aquí Mismo y/o Toñito... y como no, el Soweto. Si Ruta era la Quinta Dimensión. El Soweto es la paralela a este mundo.

El momento Soweto llega después del Lautrec. Quizás después de hacer una parada en la Avenida Finisterre a visitar a Negra Modelo. O después de acariciar al coche que nos acompaña todos los sábados. O incluso de intentar sustituir medios de transporte tradicionales por excavadoras apagadas.
Todo empieza con una misteriosa puerta con ventana pequeña. Y como si de un golpe de varita se tratara... TOC TOC. Y la dimensión paralela se abre ante tus ojos. Sus colores llamativos en las paredes y sus dibujos africanos combinan a la perfección con las luces que joden cuando llevas ropa negra con pelusilla blanca.
Y como si de la fauna africana se tratara, poco a poco, se llena. De viejos, de trogloditas, de brujos bajo efecto de pócimas extrañas (nótese la clara metáfora), de cocineros que no se sacan los cascos, de blancoswhite. Sí, lo se. ¿Más hombres que mujeres? Porcentualmente, nosotras debemos estar en el 0.1 de toda esa fauna.

Menos mal que el portero de baño, el portero de puerta y la camarera de rastas vela por la seguridad de todos nosotros.

Pero así como has entrado (o parecido), sales de la dimensión paralela. Y te vas a otra. No se de cuál se trata en concreto pero podría llamarse: "El piso de mis padrinos es cojonudo".



Otro día, el Lautrec.