Cardiff

Mañana hace un año que dejé tierras galesas para volver a las gallegas.

He aquí una pequeña recolección de memorias por una de las calles que más caminé en mis cinco meses de extranjería (cortesía del todo poderoso Google Maps).

Mr. Tikka: Aquellas tardes entre jackets potatoes y pan congelado... Disculpándome por la ausencia de Roast beef (porque juuuuuuuuuuusto se acabó en ese momento ). Con la pañoleta en la cabeza y los guantes de latex en las manos. Aprendiendo a cortar el cucumber con la derecha y a mentir sobre mis visitas a España inventándome la enfermedad de un pariente cercano. Aguantando a niños y padres impertinentes y sorprendiéndome con otras culturas. Y por supuesto, conociendo a catalanes hippies.

El dependiente majísimo de la tienda de fotografía: A pesar de los malos ratos en Mr Tikka tenía un cliente que me encantaba. Siempre venía con su uniforme y pedía el mismo bocadillo. Le encantaban las aceitunas negras y yo, intentando conquistarlo le ponía muchas. Nunca lo conseguí.



Este Spar es uno de los culpables de que mi abuela le dijera a mi madre cuando bajé del avión en Alvedro: "No le digas que está gorda". Menos mal que el estrés de este año ha liberado a mi segunda yo (pegada a mí mediante la grasa) por el mundo adelante. Lo más rico? Unas galletitas con chocolate y dulce de leche de 200 kcal cada una...



Y cuando no trabajaba lo más frecuente era que me encontrara en una de estas cafeterías. El Milgi era una de nuestras preferidas. Nos encantaba el hot chocolat y el color rojizo del que se ponía todo cuando estábamos en la jaima. Pero no podemos olvidar ni el The Gate, ni el Varsity, ni el Copa...Ni el estadio de rugby, ni las oficinas de empleo, ni el Primark, ni las discotecas horteras, ni los parques, ni la casa de Male y Loreto, ni la de Sheila y Martand, ni la de Nani y Thomas, ni la de Irene, ni el Pillars, ni los mercadillos, ni Wordsworth Avenue, ni la estación de bus, de tren, ni Bath, ni el castillo, ni el Pillars y su brecol poco cocinado, ni las open mic nights...


Porque esos cinco meses y medio fueron, simplemente, a "lovely" experience.