Los filósofos griegos se preguntaban qué era y cómo se podía llegar a conseguir de forma plena. Quizás, en mi caso, sea cuestión de conformismo pero yo la encuentro en cada pequeña cosa que me rodea. Para mi, la felicidad está en sentir el frío del agua del mar en la piel o en sentir la hierba recién cortada acariciando tus pies. Está en una llamada de teléfono cada dos semanas para hablar con aquellas personas con las que, realmente, no te hace falta hablar para mantener el contacto. Está en conducir con un día de sol y que un hippie roñoso te cante al oido. Está, por supuesto, en enterarte de un agradable concierto. En tomarte un helado en una terraza. De reir hasta llorar o de salir hasta el amanecer. Está en que no te importe levantarte cada mañana para ir a trabajar. Y en desear que llegue el fin de semana siguiente para hacer lo que tenías pensado. En ver la luna al lado del sol en un equilibrio contradictorio o en tirarte en el sofá con la satisfacción que ocasiona la productividad.
Todo esto es felicidad para mi. Así que sí, una vez más papá, soy feliz.
4 comentarios:
me encanta andre, me en-can-ta!!
e no traballo ben feito, que ben se te nota
hija, estoy orgulloso de ti xD
A mi me pasa lo mismo. Estoy convencida de que son las pequeñas cosas las que dan la felicidad, aunque nuestra naturaleza inconformista a veces nos nuble la vista y no nos permita verlo.
Publicar un comentario