domingo, 13 de mayo de 2007

Milleira



Mi madre siempre dice que si algún día me caso, va a celebrar la boda en la "milleira". Esas dos fotos son de ese lugar. Una huerta que hay enfrente de mi casa, de mi padre (por lo menos hasta que no la expropien...). De pequeño, mi padre cazaba ranas en el río. Cuando fueron pasando los años, yo hacía pequeñas excursiones con mis amigas para recolectar setas y dárselas a una profesora que teníamos en el colegio. No había muchas, pero nosotras nos perdíamos por entre los carballos como si estuvieramos en medio del monte, lejos de la civilización. Soñábamos con jabalíes salvajes y con encontrar una nueva especie de Amanita Muscaria. Más tarde, en el río, lavábamos a Toxo, un perrito al que cuidamos durante un año. Le volvía loco el agua. Y últimamente hay un trocito de tierra en la que mis tíos de la Coru intentan plantar patatas, lechugas y tomates... En la "milleira". Algún día celebraré algo ahí. No tiene porque ser la boda que dice mi madre... (los que me conocen ya saben que no tengo buena opinión de las bodas... ni de lo que significan...). Celebraré el fin de la carrera, un trabajo estable... o que simplemente sigo pudiendo ir a la milleira... No lo sé.
Presente, pasado y futuro. Un sitio por el que no paso en meses, pero que siempre está ahí, enfrente de la casa amarilla, con ese acceso tan complicado. Un símbolo. Del pasado, del presente, y del futuro. También lo es ese difícil carreiro que da hasta ella. Inclinado, con gravilla. Al igual que mi propia existencia.

Porque a veces cuesta mucho recordar el pasado, sin sufrir. Vivir el presente sin llorar. Y pensar en el futuro sin angustias. Pero al final, siempre está la milleira. La calma, el río con los pájaros, la hierba que se mueve azotada por el viento, el olor a eucalipto... Aunque, como en la vida, siempre hay mosquitos jodedores...

6 comentarios:

Laura dijo...

Eu xa propuxen o outro día que a boda debería ser hippie, na Milleira, con espírito de paz e amor.
A verdade é que é un sitio bonito, pero debeuno ser moito máis. Porque supoño que agora nese río medrarán poucas ras, máis ben dará vida a seres mutantes. Terás sorte se en dous anos a Milleira non se converte nun bloque de vivendas, ou incluso nun complexo hosteleiro. Creo que vou remtar o comentario porque me estou poñendo de mala hostia...
Un bico.

cabelodeanxo dijo...

Pois qué texto máis bonito.
o Da boda hippie proposto por Laura, é unha boa idea... sí
todos espidos pululando polo campo con mosquitos jodedores listos para atacar os nosos recunchos máis escuros jusjusjus
el rincón vaginal... que diría Paco Umbral XDDDDDDDDDDDDDDD

moi bonito lugar...
idílico, bucólico e sentimental..
eu tamén estou contigo niso das bodas... unha patraña...
se ademais... aos invitados o único que lles importa son as langostas e a champaña do banquete
bikos

Anónimo dijo...

A mí nunca me has llevado a retozar... Te parecerá bonito

Unknown dijo...

Sí, Andre. El pasado a veces duele, y desgarra. Y también el presente. Pero no conviertas un futuro todavía desconocido en otra cicatriz.

Venga, que hemos aprendido que la sonrisa es nuestra mejor arma. Si la vida ya nos ha enseñado mucho, y todo lo que queda aún...

Besos de mariposa!

Anónimo dijo...

Todo nesta vida acaba sendo moi relativo. O pasado, o presente e, sobre todo, o futuro están cheos de cousas mellores e peores. Pero sempre quedará unha Milleira (porque todos e cada un de nós ten un lugar así, inda q sexa imaxinario)na que podamos descansar do mundo e olvidarnos, por un intre, incluso dos mosquitos jodóns.
Un bico

Anónimo dijo...

También intentamos fabas, acelgas, berenjenas etc.
Pero, como se lo comían todo los cuervos, pombos, topos, los ladrones del familia ( los que dejaron el carrito del super tirado en el rio) y demás fauna, este año decidimos dedicarnos solamente al calabacín y al pepino.
Bicos de tu tio de Lacoru