Conservatorio

Bueno, Bridget-Andre está aquí de vuelta después de un agradable viaje con sus padres por el norte que iré tratando poco a poc. Pero hasta que no pase las fotos al ordenador...

Mi madre, cuando yo era pequeña me quería apuntar al Conservatorio para que aprendiera a tocar algún instrumento: piano, violín... Lo que fuera. Pero yo nunca quise ir. A mi me sonaba a cárcel: cuando mi madre pronunciaba la palabra "conservatorio" yo me imaginaba un lugar siniestro donde los profesores, malvados, "conservaban" a los críos enseñándoles a tocar hasta que le saliera callo en los dedos. Y del que no podrían salir nunca más.

Con el paso de los años y olvidando esa concepción me arrepiento de no haber aprendido, por ejemplo, a tocar el piano. Ayer he visto por segunda vez la película El Pianista. ¿Cómo te debes de sentir al escuchar un Sol, en una situación tan extrema, después de no tocar en meses las teclas, de no acariciarlas y de volver a hacerlo con los dedos entumecidos por el frío?

Si supiera tocar un instrumento, seguramente me sentiría mejor al escuchar su sonido en los días negros. En su defecto, puedo escuchar música: Alguna canción... Luchar de gigantes, Wherever are you will go... Y soñar...