sábado, 18 de abril de 2009

El maravilloso mundo animado

Siempre me he preguntado si los cuatro años de carrera me habían servido para algo. Si de verdad eso era lo que quería hacer. Mi decisión no fue vocacional. No queria ser ni corresponsal de guerra. Ni escritora. Ni reportera comprometida. Me daba igual.
Cuando entré en la facultad hubo demasiadas cosas que no me gustaron. Y poco a poco ese poco afán periodístico que podía tener iba a menos. Pero si que es cierto que a veces encuentro libros que me inspiran. Que escucho o leo artículos que me emocionan. Y ahí es donde pienso: menos mal que al final pude entrar como alumna del edificio de Álvaro Siza.

El caso es que estos días en los que mi mundo "periodístico" se está transformando en animación me doy cuenta de lo importante que es para mi lo que he estudiado. Está claro que tal y como están las cosas hoy en día, uno no sabe en donde puede acabar. A lo mejor me tengo que contentar con trabajar en el kiosko de al lado de mi piso de treinta metros cuadrados (si llego a él) vendiendo periódicos y no escribiéndolos.

Pero pase lo que pase en el futuro, siempre podré sentarme delante del ordenador y mirando y acariciando el teclado, (rara manía) escribir lo que se me ha ocurrido de camino a casa o antes de acostarme.

Un perro que no tiene cara de perro nunca será un perro pero lo que yo escriba aquí serán palabras. Palabras que significan algo en un momento concreto.

No, no me gustaría desvincularme de eso.

2 comentarios:

Luis Guillot dijo...

Me temo que ésta es una lucha por la que hemos pasado todos los que un día decidimos estudiar periodismo y no con tanta vocación como ese 10% de la clase que ya despuntaba de corresponsal o crítico en la primera clase. Y cada dos por tres vuelvo: ¿y qué hago yo aquí?
Pero al final encuentro una excusa, una respuesta que no deja de ser algo así como "lo que te gusta de verdad es la comunicación". Y veo que a ti también. Tan dignamente se puede hacer desde un kiosco como desde un periódico, si realmente quieres...

Anónimo dijo...

Quizá estés haciendo "Animación" precisamente por la necesidad de esa palabra en tu vida... al final puede que estés más relacionada con las palabras de lo que piensas :)

decían que "la letra con sangre entra", y eso ya (¡por fin!) va quedando en el olvido... por eso da gusto que tú enterices las palabras acariciando un teclado...