Me gustan pequeñitos. Son más manejables y, para mi, el placer es mayor. Además, parece que comes más.
Tic, tac, tic, tac.
Estoy hablando de tenedores y cucharas. Siempre que puedo, sobre todo cuando me decido por un yogurt de la nevera, cojo una cucharilla de café para comerlo. Así, me da la impresión de que me dura más porque me llevo más cucharadas a la boca.
O quién sabe. A lo mejor, debido a mi baja estatura, me solidarizo con los olvidados del cajón de los cubiertos. Miro la cucharilla y le digo: no te preocupes, yo también soy pequeñita.
5 comentarios:
A mi me encantan los tenedores pequeñitos, esos que nadie utiliza. Pues yo llevo toda la vida usándolos para comer croquetas... Si, si, es muy fácil: abres la coqueta por un extremo y vas sacando el relleno poco a poco con el minitenedor, hasta q la vacías de todo y, como colofón, te comes el rebozado crujientito.
:)
ROUS
que grande!
eu cucharillitas pequenas non. Eu son das de saborear unha cucharada en varias tomas... q non sei se terá máis delito, xD.
Filosofía de Rocío: Por que encherse a boca podendo degustar a pequenos sorbiños? torbellino de sensaciones!!! XDD.
Eso aplicado a todo: onza de chocolate que dura 5 minutos semiderretida nos dedos... e outras cousas q non contarei por aquí.
muaks
no puedes ser que anónimo tenga a misma perversión que yo con los tenedores pequeños!!! jajajajja
yo no solo los utilizo para las croquetas, pero bueno...
Idem
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