Cuando fui a Noruega aprendí un poco más de leyendas y mitología. Entre fiordo y fiordo, me contaron historias. Historias de príncipes y princesas cautivas, mitos de monstruos marinos y ogros que aterraban a los habitantes de los pueblos más pequeños. Y leyendas sobre trolls.Una especie de trasno escandinavo. Estos seres vivían en grutas o en castillos en la cumbre de las colinas, robando y haciendo de las suyas. Los noruegos dicen que son niños, sin padres, que los hay pequeños y con cara infantil o grandes de piel dura y casi indestructibles. Pero tenían un talón de Aquiles: si se los capturaba a pleno sol se convertían en piedra o estallaban. Son muchos los lugares en ese país dedicados a estos personajes: en los grandes acantilados hay piedras de las que se cuenta que son los trolls que murieron tocados por los rayos del sol. Son criaturas de la noche.
Yo, tengo dos. Desde que fui a Noruega, me los traje para que me hicieran compañía. Un niño y una niña. Porque decían que la pareja daba buena suerte. Marketing. Sea lo que fuere aquí están. 
Quién me diera ser una criatura de la noche, desconocida. Andar a mis anchas, sin nadie ni nada que me lo impidiera. Quiero ser un troll. Quiero ser maaaaaaalaaaa
3 comentarios:
Anda!!!Como los de David el Gnomo!!
........No te empeñes nena...nunca lograrás ser mala.....pero sí que puedes intentar ser una criatura de la noche y andar por ahí a tus anchas....... Ya sabes, ser otra especialista más en paseos nocturnos........
Bikiñosssssssss
quieres ser mala???
mala porque me da la gana... vale no lo pilláis... es una coña que nos traemos una amiga y yo
pero bueno...
tú eres un poco troll cuando te pones jejejej
besos
Son juapechos, juapechos...
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