miércoles, 21 de octubre de 2015
Corre
Corre. No dejes que te alcance la sombra de tu propia sombra.
Corre. Evita que te frene el miedo a los debajos de la cama.
Corre. Huye del monstruo de la caja de cartón, del vacío lleno.
De los frutos secos sin sentido. Corre.
Aléjate de los vasos de plástico y de la orina en las esquinas.
De las pieles de cordero y del reggae con camisa de cuadros.
Corre.
Corre hasta que las rodillas te duelan y el sudor empape tu ropa.
Cuando ya no puedas más, gírate, mírala, míralos, mírate, míranos y grita muy fuerte:
¡!
Corre.
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