lunes, 5 de octubre de 2015

Descripción del cielo en una tarde de lunes a las 20:00 horas

Capas.

La primera, la más lejana, es azul como aquella puerta que traspasabas en sueños de domingo. Brilla porque todavía toca el Sol.

La segunda dibuja con pincel y acuarelas remolinos blanquecinos. Divertida y caótica, juega con el viento, dejándolo solo pasar por dónde y cuándo ella quiere, al igual que hacen los niños jugando en Alcalá.

Debajo, un par de pequeñas nubes liberadas comienzan su andaina en solitario, un poco perdidas y concentradas en esquivar los picos de las gaviotas que les hacen cosquillas.

La tercera se vuelve gris ceniza y negro. Es un diablo haciendo maldades en la presión atmosférica. Un escalofrío recorre tu cuerpo cuando lo miras, escalofrío que augura las primeras gotas de un gran chaparrón.

Al final, como en la vida, esta tercera capa es la que permanece y sepulta a las demás.

Es hora de volver a casa.



No hay comentarios: